miércoles, 17 de noviembre de 2021

LOS DESERTORES, JOAQUÍN BERGES

Los desertores

Autor: Joaquín Berges

Nº de páginas: 384

Editorial: Tusquets

Año de publicación: 2018

Género: Narrativa contemporánea, Histórica


 

Joaquín Berges (Zaragoza, 1965), licenciado en filología hispánica. Se dio a conocer con la novela El club de los estrellados (Premio a la Mejor Ópera Prima en el Festival du Premier Roman de Chambéry, Francia, 2009), a la que siguieron Vive como puedas (Nuevo talento de FNAC2011) y Un estado del malestar (Premio Cálamo 2012), tres comedias muy exitosas. En esa misma línea de humor apareció en 2015 la descacharrante Nadie es perfecto. Ya con otro registro, íntimo y emotivo, La línea invisible del horizonte (2014) conquistó también a los lectores, igual que la novela Una sola palabra (2017). En 2015 recibió el Premio Artes & Letras del Heraldo de Aragón por toda su trayectoria. En 2018 publicó Los desertores, su última obra hasta el momento, una emotiva historia entre padres e hijos que une el presente con las trincheras de la I guerra mundial.

Jota observa los camiones que entran y salen del mercado de frutas y verduras donde ha trabajado hasta su jubilación cuando, de pronto, sin comunicárselo a nadie, sube a uno de ellos en dirección a la frontera francesa. Va en busca de la tumba de Albert Ingham, un soldado británico que, con su amigo Alfred, combatió en la batalla del Somme, en 1916. Ambos vivieron juntos los horrores de la guerra y así es como fueron enterrados, el uno al lado del otro en un pequeño cementerio del norte de Francia; en la tumba de Albert Ingham figuran unas enigmáticas palabras que su padre ordenó inscribir al enterarse de las circunstancias en las que había muerto su hijo. Jota viaja hasta allí guiado por el eco de esas palabras. En el trayecto, va leyendo las cartas que Alfred envió a su progenitor, un testimonio desgarrador sobre la desolación de las trincheras salpicado de versos que escribieron los poetas de la guerra. Arrastrado por la historia de hace cien años, Jota revive la relación que mantuvo con su propio padre y el desmoronamiento familiar que causó la extraña enfermedad de su madre.

En Los desertores Joaquín Berges mezcla una trama de ficción actual, con otra basada en un hecho real ocurrido durante la Primera Guerra Mundial. De la mano de Jota (Jacinto), el protagonista, viajaremos a Francia al cementerio de Bailleumont. Va en busca de una historia ocurrida durante la I Guerra Mundial y a la vez a reencontrarse con su pasado y comprender la relación que mantuvo con su padre y su situación familiar. 

La historia real es la de Albert Ingham y Alfred Longshaw, dos soldados ingleses que vivieron la sangrienta batalla del Somme durante la I Guerra Mundial. Desertaron y fueron condenados a muerte. En la tumba de Ingham se puede leer: "Soldado A. Ingham. Mancherter Regiment. 1 de diciembre de 1916. Fusilado al amanecer (Shot at dawn). Uno de los primeros en alistarse. Digno hijo de su padre." En 2006, 90 años después de que tuviera lugar la batalla del Somme el secretario de Defensa inglés, Des Browne, concedió el indulto a título póstumo a los 306 soldados británicos que fueron ejecutados por deserción o cobardía, entre ellos Albert Ingham y Alfred Longshaw.

En el Somme participó una generación de intelectuales formada en las mejores universidades de los países implicados. Había pintores, escultores, poetas, dramaturgos, arquitectos y músicos, entre otros profesionales del mundo del arte. Los poetas son conocidos como los "Poets".

La Batalla del Somme está considerada como la batalla más sangrienta de la I Guerra Mundial con un saldo final de 1.200.000 jóvenes de distintas nacionalidades muertos o heridos. El día en que empezó, 1 de julio de 1916, está considerado como el mayor desastre de la historia militar del Ejército Británico. En ella participaron muchos escritores famosos como Robert Graves, Ernest Jünger o Tolkien, que se inspiró en lo vivido allí para crear la ciénaga de los muertos y escribir el final de El señor de los anillos.

Si algo hemos aprendido en estas semanas de batalla es que no tenemos futuro. Hemos sido condenados a muerte por nuestros gobernantes. Somos culpables de pertenecer a un país, y de que ese país pertenezca a una alianza internacional. Somos culpables de pisar la tierra y respirar el aire de la campiña. Y de ser varones. Y de ser fuertes. Y de ser jóvenes, aunque tengamos el mismo futuro que un viejo moribundo. 

No hay escapatoria posible. Ante nosotros suenan las ametralladoras de los boches, y a nuestra espalda las pistolas de los oficiales que velan por el cumplimiento del deber. Es evidente que vamos a morir con el cuerpo lleno de metralla. Lo que no sabemos es si será al avanzar o al retroceder.

Hay desertores por todas partes, de ambos bandos y de todas las nacionalidades posibles. La batalla no ha servido para nada. Las líneas de combate apenas se han movido. Todo ha salido mal. Lo único cierto es que continuar en el ejército, en cualquier ejército que participe en esta batalla, es una condena a muerte segura y gratuita. Y nadie quiere morir a cambio de nada.

En Los desertores Joaquín Berges reivindica a todos los soldados que lucharon en una cruel batalla sin sentido, durante semanas y lo que se consideró como cobardía en realidad bien pudiera ser una neurosis de guerra, shock de las trincheras o fatiga de batalla.


         Club de Lectura

No hay comentarios:

Publicar un comentario