miércoles, 15 de noviembre de 2023

ANNA LA DULCE, DEZSÖ KOSZTOLÀNYI

Anna la dulce

 Dezsö Kosztolányi

 288 páginas

 Xordica Editorial

 Publicada en 1926

Clásico húngaro


Denzö Kosztolányi (Szabadka, 1885, Serbia-Budapest, Hungría, 1936). Narrador, poeta, ensayista, traductor y periodista, realizó en Viena estudios de filosofía y en Budapest de lengua y literatura húngara y alemana. Fue cofundador y principal redactor de la prestigiosa revista literaria Nyugat, se relacionó con los principales intelectuales de su época y presidió el PEN Club húngaro (PEN, poetas, ensayistas y novelistas). Políglota, viajó frecuentemente por Europa y tradujo al húngaro a Shakespeare, Wilde, Rilke, Goethe, Baudelaire, Verlaine y Maupassant. Entre su obra narrativa cabe destacar Nerón, el poeta sangriento (1922), Alondra (1924), La cometa dorada (1925), y Anna la dulce (1926).

Anna la dulce, obra clásica de la literatura húngara del siglo XX, es una novela profundamente conmovedora. Publicada por primera vez en 1926 y recibida con entusiasmo por intelectuales de los cafés literarios de la época, es un hábil retrato de la crueldad y el vacío de la vida burguesa. La novela fue reconocida por autores de la talla de Thomas Mann como modelo de lenguaje y forma, elegante y preciso, y convirtió al autor en uno de los escritores más significativos de la literatura de Europa del Este.

La joven Anna Édes (en español édes es dulce) es la heroína trabajadora y abnegada, la criada infeliz sometida por sus despiadados patronos, el matrimonio Vizy. La trágica relación que mantiene con ellos se enmarca dentro del turbulento clima político de Budapest tras la Primera Guerra Mundial y donde, al mismo tiempo, su resistencia y su impactante acto final se describen con una acertada visión psicológica e histórica.

Vizy sentía un odio visceral hacia los rojos, y tenía muchos motivos para ello. Bajo el bolchevismo había padecido hambre.

La señora Vizy, que tenía un temor obsesivo a la pobreza y el hambre... Durante los últimos dos años de penurias había aprendido que la vida no valía nada y que lo material lo era todo.

Anna iba y venía entre sus amos sin que estos lo advirtiesen.
Estaban de acuerdo en reconocer sus habilidades, y esta certeza, agradable y compartida, hizo que se sintieran más unidos.
Estaban orgullosos de la mercancía que habían adquirido, y que era de su única y exclusiva propiedad.
Habían conseguido lo imposible, lo inimaginable, algo que solo habían entrevisto en sueños: una criada de verdad.


No son como nosotros. Su estómago es diferente, y también su alma. Son criadas, quieren seguir siéndolo, y así nos exigen que las consideremos. 


Uno de sus grandes admiradores, el escritor Sándor Márai, la definió como "la única novela social húngara que registró la lucha de clases como debería ser, sin realismo social, en toda su desastrosa realidad humana"


Anna la dulce es una obra clásica de la literatura húngara con un final inesperado.


           Club de Lectura